Confeti: todo lo que necesitas saber
En Italia son imprescindibles al final de cada boda, pero también son tradicionales en España, Francia, Grecia y Oriente Medio y cada vez más populares en todo el mundo. Hablamos de las almendras azucaradas, la despedida más dulce de los novios a sus invitados.
Como muchos saben, se trata de deliciosos bombones que, en su forma “clásica”, llevan una fina almendra de Avola encerrada en una cáscara de azúcar. Sin embargo, las variaciones son infinitas: con chocolate, con licor, con frutas, con variedad de sabores, con todas las formas y colores…
Pero, ¿de dónde viene esta costumbre tan querida? La historia de las almendras azucaradas (del latín confectus, que significa “preparado”) es muy antigua. Al parecer, los antiguos romanos ya las disfrutaban con motivo de los nacimientos y las bodas, aunque la cáscara era de miel endurecida (y no de azúcar, un alimento que sólo se generalizaría más tarde).
Según otras teorías, derivan de la costumbre común, en torno al año** 1200**, de lanzar a la multitud, durante el carnaval, caramelos consistentes en almendras, semillas de cilantro o anís cubiertos de una costra de miel. (En inglés, la palabra “confetti” significa “confeti”).
Sin embargo, hacia el año 1400 el azúcar sustituyó a la miel en la producción de dulces y en Sulmona (Abruzos) comenzó la prestigiosa tradición de la producción de almendras azucaradas.
Por otro lado, de origen francés del siglo XVIII, es la costumbre de darlos encerrados en un bombón (del francés bombonnière, recipiente para el bombón).
El color de las almendras azucaradas en la boda debe ser blanco, símbolo de pureza. Es importante que las almendras azucaradas se ofrezcan siempre en números impares: 1, 3 o 5. De esta manera son tan indivisibles como la unión de los novios y se les atribuye un valor positivo.
Dependiendo del número, el significado simbólico de las almendras azucaradas cambia. La única almendra azucarada hace referencia a la unidad de los novios. El grupo de 3 simboliza a la pareja y al primer hijo, por lo que es un deseo de una familia feliz. Las 5 almendras azucaradas representan la salud, la fertilidad, la larga vida, la felicidad y la riqueza.
Antes, los novios se paseaban entre los invitados con una bandeja de plata y la novia servía las almendras azucaradas a cada uno. Sin embargo, hoy en día está muy de moda el buffet de almendras azucaradas, dedicado exclusivamente a estas pequeñas delicias. Al ofrecer una variedad de sabores, cada invitado puede servirse sus favoritos, poniendo un dulce broche de oro al banquete. Un bonito gesto es también preparar bolsas personalizadas que los invitados puedan llenar de dulces para llevar a casa.
¿No te gustan los dulces? Una alternativa alegre y sorprendente con el mismo papel que el confeti es el “candy bar”: ¡un buffet de origen americano dedicado a los dulces de mil colores y sabores! O puede proponer una degustación más refinada de chocolate fino.